Los niños jugaban a atrapar la luz. Las niñas la eterna juventud. Así, entre la magia y la irrealidad, soñábamos con ser cazadores valerosos y princesas inmortales.
Los enemigos intentaban que imperara el reino del mal y las arrugas de las brujas. La estrategia se concentraba en las espadas invencibles que almacenaban la luz del poder y el amor verdadero.
El patio se convertía en escenario de nuestra aventura interminable. La hora del timbre sólo la posponía para el día siguiente.
Nunca supe el final de la historia…supongo que, sin darnos cuenta, venció la madurez.
Los enemigos intentaban que imperara el reino del mal y las arrugas de las brujas. La estrategia se concentraba en las espadas invencibles que almacenaban la luz del poder y el amor verdadero.
El patio se convertía en escenario de nuestra aventura interminable. La hora del timbre sólo la posponía para el día siguiente.
Nunca supe el final de la historia…supongo que, sin darnos cuenta, venció la madurez.
2 comentarios:
El relato está guapo pero yo lo que te quería decir es que me gusta más la presentación del blog ahora, con las maripositas, y no se donde decirtelo!!
Estas modernidades....
Gracias amiga!!!!Mi lectora menos crítica jajaja
BS
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