miércoles, 29 de abril de 2009

En la planta de salud mental.

Se habían equivocado con mis horarios y llegué tarde a planta. Sobre las diez comuniqué mi entrada a la enfermera jefe y me inicié con la ronda a los pacientes.
Caminaba por el pasillo, cuando la vi acercándose hacia mí arrastrando los pies que calzaban unas pantuflas desgastadas (supongo por un gran proceso de fricción continua contra el suelo) de color rosa. No combinaban con su batín azul cielo que llevaba bien atado, cubriendo un pijama que se dejaba entrever entre las solapas. Se arrastraba cansinamente pero decidida, y cuando estuvo a mi altura me miró y con su mano derecha se cogió el labio, mostrándome la zona interior del mismo.
- ¿Ves esto?- me dijo con el labio abierto hacia fuera- ¡estoy quemada!, ¡me voy a morir!-yo necesité unos segundos para valorar si ciertamente había escuchado bien, pero ella continuó.
- Y ahora lo que voy a hacer es tirarme por el balcón de aquella habitación…- Perplejo no supe qué decir. Ella sin embargo, siguió su camino hacia el final del pasillo.
Fui rápidamente a la enfermera jefe para comunicar aquel intento de suicidio, sin quitarle ojo de encima a la susodicha, que pasaba justo en ese momento por el control de planta. La enfermera se dirigió a mí muerta de la risa…
- Esa es Dora, Aarón-entre risas, como he dicho- si cada vez que se va a tirar le hubiéramos hecho caso, el servicio de emergencia tendría que ponerle un guarda personal y exclusivo para ella solita. No te preocupes y haz la ronda.
Hice mi trabajo ese día, y al siguiente, efectivamente, cuando llegué a planta, Dora me saludó:
- ¿Ves esto?, estoy quemada, ¡me voy a morir!

viernes, 24 de abril de 2009

Sube al cielo...(Cuando Cupido tiene miedo).

¡Que no!, ¡me niego!... ¡se acabó!, que no quiero amarte, desearte, verte y perderte, anhelarte y esperarte. Me caí y volví al punto alto…y ¡NO!, abajo no vuelvo. Sube tu, que aquí te espero, porque no digo ADIOS, sabes que no puedo amor. Yo soy así…
Vente a jugar conmigo, tráeme tus suspiros que apagaré con besos de sabor. Abre tu mano para que mis dedos la recorran y juguemos a hacer círculos interminables. Bríndame ese amanecer que merecemos… ¡cobarde!, no te atreves… ¡te reto!, sube hasta el final de mí.
Recorre mis tobillos partidos y recuperados, llega hasta mis rodillas, sustentos de mis alas y colócate entre mis muslos…suavemente….
Sube hasta mi ombligo…que es sólo mío, y llega hasta mis pechos para adorarlos. Y finalmente alcanza con tu lengua la mía, que se pierdan entre el mar de nuestra saliva…saborearnos, lamernos, succionarnos...
Y que con besos cerremos nuestras miradas para descansar del camino que recorreremos en esa noche de deseos.
Sube hasta aquí amor, yo te espero, porque más abajo no vuelvo, porque en aquel infierno no te encuentro y me pierdo.

martes, 21 de abril de 2009

Mi amor ciego (Psique).

Nunca susurrarás mi nombre a las mariposas blancas, ni pedirás a un diente de león que te traiga mis besos. No deshojarás una margarita preguntándole si te quiero, ni besarás sus pétalos para que con el viento me susurren tu mensaje de amor.
A las lágrimas de San Lorenzo, donde los deseos se multiplican por cientos de estrellas, no dedicarás una para anhelarme, ni saludarás el paso de las nubes pensando que me han visto a mí también desde su finitud. La lluvia no esconderá tus lágrimas por mí, ni el Sol las secará. No tirarás piedras a la Luna, envidioso, y loco de atar, porque sólo ella puede compartir todas mis noches.
Tu pensamiento no jugará contigo para hacerte recordarme ya que tu memoria es mi peor enemiga. Ni siquiera tus ojos al verme podrán reconocerme, porque incluso leyendo ellos estas líneas, no saben que te las dedico a ti.
Y a tu mente acudirá otra…nunca yo.

martes, 14 de abril de 2009

Muerte literal.

Hoy no tengo nada que escribir, nada que contar, nada que decir. Estoy en blanco, en muerte literal o coma cerebral…como lo quieras llamar.
Las palabras, personajes, cuentos e historias, situaciones ficticias o de memoria, se han confabulado para convertirse en un jinete alado que ha escapado con velocidad perentoria.
Así que me enfrento a líneas sin argumento, fondo o contexto, y lo único que hago es teclear el vacío de un texto sin fundamento, que para más ironía me sale con armonía.
Termino este espacio frustrada, hundida y cansada tras intentar atrapar con el mosquitero al jinete alado que zumba en mi oído mofándose de mi ingenio malogrado.

lunes, 6 de abril de 2009

Esperando a Brosnan.

Apareció con la cara cubierta de máscara para pestañas, así que con cariño la dirigí hacia el cuarto de baño donde la ayudé a lavarse. Mi curiosidad me llevó a preguntarle y esta fue su historia:
Se llamaba Margarita, vivía sola en un residencial cercano. La pasada tarde había quedado con Pierce Brosnan y ante la emoción de la cita, se preparó con mimo.
Rescató su vestido más colorido de las fauces de su viejo armario, perfumó levemente su cuerpo con lavanda y maquilló su anciano rostro para mejorar su aspecto. Y se sentó.
Esperó durante horas frente a la mesa de su cocina, con un paquete de galletas y un vasito de leche para aquel invitado que nunca llegó.
Y así se presentó, resentida, en la consulta de salud mental aquella mañana. Con la cara como un pincel, el batín de estar por casa y un pañuelo multicolor alrededor de su cuello.
Era mi primer día como enfermero en la planta. No llevaba más de media hora…aquel trabajo iba a ser toda una experiencia.