sábado, 21 de noviembre de 2009

Jugar a las casitas.

Llegué con tiempo a la cita con mi médico. De nuevo las amígdalas me estaban jugando una mala pasada… ¡Diossss, prácticamente empezando el curso!, no me lo podía creer.
Me senté a esperar que me llamaran y, mientras, me entretenía con los pacientes.
Confieso que tengo esa manía, con muchas cosas realmente, observar y hacerme preguntas al respecto o ponerme en situación…una especie de método Stanislavski que después me ayuda mucho en mis historias. Y le tocó, esta vez, a una madre joven justo en frente de mí.
Guapa, maquillada, vestida a la moda, con unos botines preciosos (mi debilidad: los zapatos)…en fin, como yo suelo comentar, perfectamente fashion y glamurosa…para rematar, un carrito de bebé. (¡Uff que fuerte!) Mimaba y acunaba cariñosamente a su niña. La miraba con dulzura, intentando con el arrullo, tranquilizarla y dormirla.
Esa chica tenía mi edad prácticamente, y no es que esté en contra de la maternidad, simplemente aún me choca…nunca voy a estar preparada, lo sé. Pero le tocó a mi parte imaginativa empezar a desarrollar su historia.
Y me veía en el papel…allí, tal cual, acunando a mi niña. ¿Cómo hubiera sido mi vida entonces?...ciertamente, solo puedo imaginarlo.
Salí de mi ensoñación cuando el Doctor me invitó a pasar, y mientras entraba, pensaba que de pequeña, me encantaba jugar a las casitas con la Barbie, pero sobre todas las cosas, lo que más me gustaba, eran las mil situaciones que “vivía” enamorando al Ken.
No tengo remedio.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Estamos hechos de encuentros.

Estamos hechos de encuentros casuales, fortuitos que tropiezan con nuestro deseo para convertimos en besos, caricias, abrazos…y despedidas…largas despedidas.
Siempre dispuestos, cercanos…y es que sabes como acercarte, intimidarme e intimarme.
Las noches se tornan tsunamis de saliva y sudor…los días de sueño y descanso para marcharnos y olvidarnos. Hacia el próximo encuentro…si lo hubiera o hubiese.
- Vente conmigo mujer…
- Ahora no puedo…tengo que irme.
- Sabes que tengo ganas de estar contigo…
- Yo también.
-¿Entonces?...
- Pues que la noche nos ha encontrado pero nosotros no.

martes, 3 de noviembre de 2009

Tocada y hundida.

No puedo ni con mi alma…la llevo arrastrando desde hace un tiempo, y la pobre va recogiendo todo lo que encuentra por el asfalto caliente y duro.
Se está fundiendo con mi sombra, y ya casi no se distingue una de otra. Oscura, mímica y sin personalidad.
Nada a duras penas, y sólo espera a que alguien acierte la coordenada perfecta que la hunda por completo…y es que la pobre, está cansada de bracear.
En este juego del corazón mi alma va perdiendo…
- C, 7
- Uff, agua.