martes, 29 de diciembre de 2009

Credo.

Creo en las hadas y en sus cuentos, en princesas encantadas y sus príncipes azules, en castillos con dragones, con fantasmas y con magos.
Creo en los gnomos, los duendes, las brujas y los ogros, en los bosques embrujados y en lugares muy lejanos.
Creo en ollas y marmitas, en manzanas envenenadas y en varitas. En casas de chocolate, en baldosas amarillas y en las mil y una maravillas.
Creo en Papá Noel y más en los Reyes Magos, en el conejo de Pascua, el Ratoncito Pérez y en los finales felices donde se comen las perdices.
Creo en la magia, la fantasía y el poder de mi imaginación. En el odio, la mentira y el rencor, pero sobretodo en que siempre, al final, gana el Amor.

Por más y todo esto creo en ti,
búscame entre mis cuentos,
soy la chica que conoces,
pásate por aquí.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Noche bajo Picadilly.

No iba a morir por él…pero se derretía en sus ojos.
No iba a morir por nadie…pero le buscaba entre millones.
Y cuando él la abrazaba, aunque no fuera real, ni algo más allá que el deseo de una noche…moría.
En cada encuentro se dejaba llevar, para despertar con la dura realidad que la despedía desde una cama repleta de indiferencia.

-Bueno, me voy ya...- y se abalanzó sobre su cuerpo boca abajo y tapado por la sábana.
-¡Ay!...pues nada, adiós.
- Dame un beso- y la besó.

Abrió la puerta y entró el perro en la habitación a dar los buenos días. Y se despidieron apenas con una mirada.
Hasta la próxima-pensó ella agachando su cabeza- si la hubiera o hubiese…
Estarás entre mis deseos de año nuevo...Amor.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Mujer collage.

La retrataba a golpe de clic…su sonrisa… ¡clic!, sus manos, ¡clic!, sus ojos, ¡clic!, reteniendo cada uno de sus rasgos en la tarjeta de memoria. No anhelaba la perfección, porque ella no lo era…era perfecta en su simplicidad.
Paseaba entre anónimos buscándola a través de su objetivo. Con su cámara al hombro se deslizaba por las calles de Madrid, apreciando el mínimo detalle que adivinaba en otras. En extrañas viandantes, o en amantes de una noche que no llenaban su corazón poseso. En modelos estériles y repletas de un vacío hecho de silicona…o simplemente vacías.
En el oscuro estudio de su apartamento, sólo alumbrado por el foco rojo que colgaba apenas de un cable, iba recomponiendo el rompecabezas, a tamaño natural.
Y fue en la pared lisa del estrecho habitáculo, donde la descubrió…entre todos los retales de vidas desconocidas, compuso a su mujer ideal, a imagen y semejanza de sus deseos.
Y cuando intentó amarla, acariciarla, sentirla, aceptando su ilógico razonamiento…solo entonces, enloqueció.

martes, 1 de diciembre de 2009

Deseo...

No te equivoques, te deseo lo mejor en tu camino. Te deseo una vida llena de logros y felicidad.
Deseo que encuentres a la persona perfecta para ti, que anheles y ames tanto como hice yo…porque todos lo merecemos, porque yo seguiré esperando…
Aún no es mi momento, supongo, pero soy quien quiero ser, y cada día me descubro en nuevas cosas. Soy toda una sorpresa.
Mi camino se hizo de prados y flores, pero hay que decir que en ellos hay algunas piedras que voy superando…los atascos, en ocasiones, duran meses, pero mi constancia es firme.
Pienso en ti, en otros, en muchos…todos han dejado algo, pero lo hago con sonrisas, pensando en las partes bonitas.

Así que, Queridos Reyes Magos:
Después de todos estos buenos propósitos al prójimo, de explicar lo buena que soy y he sido, de cómo me voy superando… ¡joder!, estiraos un poco para el próximo año.

Sin más, vuestra “sincera” chica.

PD: Lo de "los otros" no me refería a Papá Noel…soy fiel a vuestras majestades.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Jugar a las casitas.

Llegué con tiempo a la cita con mi médico. De nuevo las amígdalas me estaban jugando una mala pasada… ¡Diossss, prácticamente empezando el curso!, no me lo podía creer.
Me senté a esperar que me llamaran y, mientras, me entretenía con los pacientes.
Confieso que tengo esa manía, con muchas cosas realmente, observar y hacerme preguntas al respecto o ponerme en situación…una especie de método Stanislavski que después me ayuda mucho en mis historias. Y le tocó, esta vez, a una madre joven justo en frente de mí.
Guapa, maquillada, vestida a la moda, con unos botines preciosos (mi debilidad: los zapatos)…en fin, como yo suelo comentar, perfectamente fashion y glamurosa…para rematar, un carrito de bebé. (¡Uff que fuerte!) Mimaba y acunaba cariñosamente a su niña. La miraba con dulzura, intentando con el arrullo, tranquilizarla y dormirla.
Esa chica tenía mi edad prácticamente, y no es que esté en contra de la maternidad, simplemente aún me choca…nunca voy a estar preparada, lo sé. Pero le tocó a mi parte imaginativa empezar a desarrollar su historia.
Y me veía en el papel…allí, tal cual, acunando a mi niña. ¿Cómo hubiera sido mi vida entonces?...ciertamente, solo puedo imaginarlo.
Salí de mi ensoñación cuando el Doctor me invitó a pasar, y mientras entraba, pensaba que de pequeña, me encantaba jugar a las casitas con la Barbie, pero sobre todas las cosas, lo que más me gustaba, eran las mil situaciones que “vivía” enamorando al Ken.
No tengo remedio.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Estamos hechos de encuentros.

Estamos hechos de encuentros casuales, fortuitos que tropiezan con nuestro deseo para convertimos en besos, caricias, abrazos…y despedidas…largas despedidas.
Siempre dispuestos, cercanos…y es que sabes como acercarte, intimidarme e intimarme.
Las noches se tornan tsunamis de saliva y sudor…los días de sueño y descanso para marcharnos y olvidarnos. Hacia el próximo encuentro…si lo hubiera o hubiese.
- Vente conmigo mujer…
- Ahora no puedo…tengo que irme.
- Sabes que tengo ganas de estar contigo…
- Yo también.
-¿Entonces?...
- Pues que la noche nos ha encontrado pero nosotros no.

martes, 3 de noviembre de 2009

Tocada y hundida.

No puedo ni con mi alma…la llevo arrastrando desde hace un tiempo, y la pobre va recogiendo todo lo que encuentra por el asfalto caliente y duro.
Se está fundiendo con mi sombra, y ya casi no se distingue una de otra. Oscura, mímica y sin personalidad.
Nada a duras penas, y sólo espera a que alguien acierte la coordenada perfecta que la hunda por completo…y es que la pobre, está cansada de bracear.
En este juego del corazón mi alma va perdiendo…
- C, 7
- Uff, agua.