
La posibilidad de optar a puestos oficiales era ridícula para un humano, desde hacía años, estos escalafones estaban ocupados por entes de alta capacidad, reprogramables y actualizables, cuya función era estar al día del amplio marco legal.
Siempre pensé que la revolución robótica humanoide se nos había ido de las manos…y no me equivocaba. Hasta los robots tenían que trabajarse su lugar en este viejo mundo.
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