
Entre nervioso y perplejo aceleré dejando marcado el asfalto.
Manuel secaba el sudor de su cara con un billete de 500, ¡realmente existen!- pensé mientras reía a carcajadas exaltadas.
Habíamos meditado mucho el proceso del golpe, y ahora corría a toda velocidad por las calles de Granada.
-¡Oh Dios!, ¡maldito chiquillo en bicicleta!-tuve que frenar bruscamente. Perdí el control. Manuel y yo salimos disparados a través de la luna del coche.
Y…
-¡Corten! La toma no vale. El chiquillo entró demasiado pronto en escena...
¡Estoy más que cansado de atravesar ese cristal!
2 comentarios:
Je je . muy bueno ese relato cinematográfico....
Estás hecha toda una cinematógrafa, todo se pega!! Cuidado directores y artistas en general porque Isa llega con fuerza!
Muy guapo, besos!!
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