lunes, 17 de noviembre de 2008

Cuatro

Cuatro y media de la mañana:
-Hola… ¿qué haces?
Tenía por costumbre comunicarse de madrugada, cuando todos duermen.
Durante un mes el deseo fue intenso, mutuo…hasta que ella entró en el estado del miedo. Es ese país en el que uno cruza la frontera y en lugar de encontrar esperanza, se reencuentra con sus miedos…y colgó.
Cuando él llamaba…comunicaba.
Ella quería, y a la vez no…y otra llamada se interpuso, y así…se acabó.
En la distancia se quieren…y con el viento se envían risas, canciones y besos.

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