lunes, 24 de noviembre de 2008

Abrí las alas

Se llamaba Dié (mariposa) y residía en la ciudad de Chengdu, provincia de Sichuan. Con apenas ocho años, tenía una concepción madura de la vida, aunque limitada. Nada más allá de los muros del orfanato Qín (ave) en el que residía.
Ayudaba con los bebés, dentro de su labor diaria. Les daba de comer, los cambiaba y aunque el desarraigo y la falta de atención, eran el pan de cada día, intentaba que el sufrimiento fuera menor con algún arrullo.
Cuando podía, se escapaba al patio trasero, donde había un viejo árbol en el que algún pájaro se posaba de vez en cuando. Soñaba con volar…
Aquella mañana era aún más triste si cabe. Otro de los bebés no había aguantado la realidad de venir a un mundo injusto. Desistió sin tan siquiera luchar. Llegaban y se iban, algunos, con un poco de suerte, con una familia. Siempre elegían a los más pequeños, por lo que había perdido toda esperanza. Sabía que no iba a salir de allí hasta cumplir la edad permitida o…abandonar.
Por eso, cuando la llamaron a la habitación de las visitas, se sorprendió. Al parecer, un matrimonio extranjero la había visto por el recinto y querían conocerla.
Dié nunca tuvo ilusiones más allá de ver volar a sus pajaritos. La esperanza se escondió detrás de unos muros grises que la envolvían…hasta que una mujer, de ojos almendrados, cogió su mano, sonrió y con sus brazos, la arrulló.
Y Dié voló. Aquel pájaro enorme la llevó a un país lejano llamado España. Los muros grises se transformaron en una habitación con mariposas de colores. La tristeza en esperanza, y la desilusión en sueños. Lo más difícil fue el idioma, que superó con la ayuda de su hermano Iván, sólo un año mayor. Aprendieron juntos prácticamente.
Recordaría tiempo más tarde, desde una perspectiva lejana, y totalmente consciente de su pasado, las palabras incoherentes que su madre pronunció al conocerla:
- Hija. Llevaba tanto tiempo buscándote.

1 comentario:

Magda dijo...

Me encanta!! Bueno, ya sabes que me gustó cuando lo leí! Triste pero con un final feliz, el relato de la viejita no lo cuelgues que lloro jajja!!