
Por casualidad, a ella se le cayó el corazón y él lo recogió. Se lo guardó en un puño, para que no escapara, y a través del correo va recibiendo trocitos machacados de su amor.
En ocasiones, desde su caverna, se asoma a mirarla…y ansiosos ambos por encontrarse, saben que, entre la bruma y los pedazos, aún queda esperanza.
2 comentarios:
Espléndido!!
La esperanza es el salvavidas de los desilusionados... aunque muchos sepan que sólo está en sus mentes.
La esperanza es lo últimisisisisisisimo q se pierde...yo en este caso, no la pierdo...cosas q tiene una!!jajaja
Gracias x pasar!!
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